En memoria de Elizabeth Silva

Nadie, a quien hayamos querido, puede desaparecer por completo de nuestras vidas. Los seres amados viven en nuestros gestos, hábitos, creencias y sentimientos.
A quienes tienen que afrontar la muerte de un ser querido, el consejo siempre ha sido indicarles la necesidad de «seguir adelante», conservar los recuerdos, crear historias familiares duraderas y conectarse con los demás. La experiencia del dolor nos ayuda a curarnos, a aprender y a madurar.

Envío para Sui – Ling, Camila, familia y amigos, un saludo con mucho sentimiento de nuestro profesor, al aproximarse el día 12 de enero, fecha del nacimiento de Elizabeth Verónica Silva.

Un recuerdo, penas y alegrías

El doce de enero cumpliría un año más de existencia ELIZABETH SILVA . Recuerdo con nítida visión su figura , su forma de ser , muy especial; su carácter . Me parecía llena de vida , muy joven todavía . Y saber que ya no respondería al llamado de la lista del curso, me causó una profunda pena.Tal vez, porque los veo a todos con una mirada paterna , con ese error común de transitar por la vida , sin pensar en la muerte. Porque hoy una ausencia de Uds., a la cita del curso , tiene una connotación diferente a cuando faltaban a clases , siendo adolescentes. Y todos queremos estar bien para conversar, para saludarnos , para contarnos cómo nos va . ELIZABETH, mi exalumna en mejor vida, desde lo más profundo de mi ser , te saludo con cariño en este tu día , 12 de enero del 2007. Importa mucho que no respondas al llamado del profesor , pero es más trascendente saber que descansas de un mal que agobiaba tu vida . Este vitalicio profesor te recuerda con alegría y nostalgia y estoy cierto también el resto del curso. Todos unidos en una oración rogamos , en este día especial , por tu descanso eterno.

Oscar A. Acuña Dauros